Las mucosas en el organismo humano funcionan como barreras biológicas, pues impiden de manera selectiva la entrada de virus, parásitos o bacterias como salmonellas y E. coli, que en época de calor aumentan la incidencia de trastornos gastrointestinales. Su estudio es importante no sólo para reducir el número de infecciones, sino también para desarrollar nuevas clases de vacunas.
Así lo plantea Marco Antonio Vega López, adscrito al Departamento de Infectómica y Patogénesis Molecular del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), quien ha centrado una de sus líneas de estudio en la inmunobiología de estas superficies corporales, presentes en el tracto digestivo, respiratorio, genitourinario, los ojos, oídos e incluso la piel.
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