"La diferencia está en que, por ejemplo, los chalecos a prueba de balas están hechos de kevlar, un plástico consistente en la rigidez molecular en forma de barras en una estructura paralela. En cambio, el trenzado de hilos de polímero tiene el potencial de crear materiales mucho más resistentes, ligeros y flexibles de la misma forma que los tejidos que usamos a diario", explicó David Leigh, profesor de la facultad de Químicas de la Universidad de Manchester y líder del proyecto.
EL MUNDO LEER MÁS...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario